domingo, 6 de enero de 2013

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A veces es mejor el silencio, aunque te mueras por gritar, aunque creas que lo que tu te guardas es lo que en realidad deberían escuchar los demás. Quizás madurar es aprender a agachar la cabeza con dignidad, y  darte cuenta que hay batallas en las que es mejor asentir y callar. Las sonrisas de ciertas personas tiene mayor valor para mi que contar mi verdad.