domingo, 4 de noviembre de 2012

A ti, a mi,a los dos, a lo que ya no queda.

A ti, que no sabes que te escribo, cuyos ojos no me reflejan desde hace tiempo. A mi, que reprocho a una parte de mi corazón no caminar junto al tiempo. A los dos, que olvidamos como pedir perdón, pero fuimos héroes en reproches. A un futuro que ya no existe, fue bonito haber tenido la esperanza de que un día fuera real. A la soledad, mi mejor amiga  cuando te perdí; me perdiste; nos perdimos; deje que nos perdiéramos. A la tristeza, que me acompaña cada vez que te veo y nos tratamos como extraños. A la perseverancia, que me falto, a la que a ti te sobro. A los recuerdos, que hacen que de vez en cuando me hagas falta en mi vida. Al olvido, siempre acompañado de alcohol, lento y doloroso. Al cariño, que es la sensación que me invade al recordarte. A ti, que nunca pretendí hacerte daño, pero lo hice. A mi, que fui herida por ti cuando pensabas que solo me ofrecías ternura. A los dos, tan lejos, tan indiferentes al amor que un día existió entre nosotros. Al adiós, que no queríamos que llegara, y retrasamos con varios hasta luego. A la felicidad, que me diste, a la que espero que exista en tu vida, a la que nos falta por vivir por separado.

martes, 18 de septiembre de 2012

Nunca se decían adiós.

 Por dejar los hasta luego en el pasado, y decir un único adiós.
Por los finales fríos, que llegan más tarde de lo que uno mismo cree que fueron. 

jueves, 2 de agosto de 2012

Y después te das cuenta de que ya estas en aquello que una vez llamaste futuro, pero que no están parte de las personas que un día esperabas que llegaran a el..

AG. MA. AR. AC. IB. NP. AM.

martes, 26 de junio de 2012

Ironía es llegar a la cama y romper a llorar justo un año después sin ni siquiera darte cuenta que estabas ahí,en ese mismo día,  pero esta vez sola, sin nadie diciéndote que te echaba de menos.



lunes, 25 de junio de 2012

A DIOS (Risto Mejide- El pensamiento negativo)


Tanto tiempo sin llamarte “mi vida”. Tanto tiempo sin escribirte a la cara. Esta vez sólo tú sabes que me dirijo a ti. Te escribo a toro pasado, después de la batalla, cuando dicen que todos somos generales.
Pero te juro que a sido necesaria la distancia de un adiós y el tiempo de varios silencios para atreverme a esto. Te preguntarás por qué lo hago aquí y de esta manera. Que qué hace toda esta gente mirándonos. Que por qué nos tienen que estar escuchando. Tranquila. No les voy a contar nada que tú no quisieras que oyesen. Sólo están a modo de testigos, no de jueces, y ni van a hablar ni a decirnos nada.
El hecho, la verdad, es que te he estado echando tanto de menos que a veces me lloro encima. Te he buscado, no ya en otros brazos, sino en otras miradas, en otras caricias que no me hicieron olvidar las nuestras. El olvido se me fue de las manos y hasta la fecha aún me ha sido imposible decirle cómo, cuando y donde dejarte atrás. Imagínate cómo lo he pasado que he llegado a envidiar a los que aún no te conocen, porque ellos pueden soñarte a placer sin la angustia de saber que realmente existes.
A estas alturas ya todo es tarde. A medida que le daba puerta a tu ausencia, he ido hechando paladas de otras tierras sobre esta añoranza tuya.
No me mal interpretes, no es ingratitud es supervivencia. Tu, por tu parte, fijo que has abierto ya la jaula de tus ex, que deseaban desde hace tanto tiempo este momento. Salúdales, no te olvides de darles de comer de tanto en tanto y sobre todo pídeles perdón de mi parte por haberles hecho esperar.
Acabadas presentaciones e impresentables, quiero decirte que nada de esto ha sido en vano. Siempre he creído que el arrepentimiento era el analgésico de los moralistas y el anestésico de los cobardes. Y, hoy por hoy, sigo valientemente orgulloso de haberlo intentado, de haberlo perdido todo y de haber sentido lo que tú me has hecho sentir.
Una relación puede ser el mejor espejo, a veces cóncavo, a veces convexo, jamás plano, que enfoque y descubra partes de ti que jamás habías visto desde esa perspectiva. <>. Nos hemos dolido hasta decir basta, nos hemos herido aún convalecientes, y nos hemos curado hasta resucitarnos casi del todo. Quien no haya fracasado como nosotros, no tiene ni puta idea de hasta donde se puede creer, querer y caer.
Que se aparten los Romeos y Julietas, que miren y aprendan los amantes, amandos y amados de cualquier época, raza y condición, que tú y yo hemos tocado todos los cielos del primero al séptimo, que tú y yo hemos mordido el polvo de todos los infiernos, que tú y yo nos hemos devuelto a la vida, a la muerte, y a todo lo que pueda haber entre medio.
<<¿Sabes cuando estás en una relación en la que todo va bien, no hay discusiones, parece que marcha como la seda, y sin embargo sabes perfectamente que ésa no es la presona? pues a mí, contigo, me pasa todo lo contrario...>>. Y te quedaste tan ancha.
Pero gracias a ti he descubierto muchas cosas. Que lo bueno de la ruptura es todo lo que pone en evidencia. Para empezar, lo más obvio, que seguro podríamos haberlo hecho mejor. Dejarse es sólo el principio del principio. Del psicoanálisis, de la psicopatía, de las psicrobacias. Segundo, se pone en evidencia el entorno de la relación. Como ocurre en la vida, lo suburbios de un amor es donde suelen vivir las cosas más auténticas e indeseables del acto de quererse. Amigos, familia, conocidos, todos de pronto se sienten en la obligación moral de tomar partido, cuando nadie se lo ha pedido, y sobre todo, de tratar de entender las cosas que ni siquiera uno acierta a explicarse.
Ahora, con el deseo roto y al intuición dañada, uno intenta recobrar algún resquicio de credibilidad, primero ante uno mismo, luego ante los demás. Parece que, como te equivocaste, todas las promesas que quedan suspendidas en el calendario ejercen de cachitos de mentira contra la ingenuidad de cualquiernueva emoción. te fallaste, y fallaste a todos los demás, así como a cualquier compromiso que puedas adoptar en un futuro inmediato, simplemente por el hecho de que éste no te funcionó como esperabas.
Además, cada vez que fracases en una relación, no te preocupes, que vendrá algún capullo recordándote lo mucho que estabas dispuesto a invertir en esa relación. Es como si ése se alegrara de todo lo que ahora parece hecho añicos. Poca gente te viene a decir que hiciste bien en fiar, fiarte, confiar y confiarte. A poca gente le importa que aquello deba tener algún valor para ti, y que así no todo sea tiempo malgastado.
Por último, se puso en evidencia mi máxima favorita: que crecer es aprender a despedirse. Un proceso de aprendizaje en el que vamos ganando maestría, pues parece que cada vez nos despedimos mejor de las cosas, situaciones, y personas.
Supongo que no te importará que te lo diga ahora, pero has sido el referente, un nuevo paradigma, la nueva tabla de medidas en un universo pequeño y poco dado a las sorpresas hasta que tú llegaste. Creo que jamás estaré seguro de haberlo dejado contigo. Y eso es precisamente lo que te hace grande, lo que nos hizo grandes a los dos.
Ya solo nos queda la distancia de sabernos desde lejos. Algún dia, como suele pasar por los barrios de esta edad, nos volveremos a encontrar, tu con alguien, yo con otra, y deberemos luchas contra esa naturaleza que nos amarró desde el principio, sorteándola con una sonrisa y alguna broma que sólo tú y yo entenderemos.
Si crecer es aprender a despedirse, tu me has enseñado a no querer despedirme, por mucho que no lo hayamos conseguido. Igual porque no supimos ver que si separas un adiós como nos hemos separado tú y yo, de cuajo y recién empezado, lo que te queda es la esperanza idiota con forma de petición tan absurda como a quién va dirigida, ese alguien en el que necesitas creer con todas tus fuerzas, ese alguien al que suplicas, por una vez y sin que sirva de precedente, que te haga caso, un deseo sincero dirigido a nada más y nada menos que a él.
A dios.
Risto Mejide

miércoles, 28 de marzo de 2012

lunes, 26 de marzo de 2012

XXX

Ojala que mi amor no te duela y te olvides de mí para siempre.. (8)


viernes, 23 de marzo de 2012

martes, 20 de marzo de 2012

Sin puntos suspensivos.

Y se queda en mi, un corazón apagado, y más pues me pesa saber que esa bonita sonrisa que tanto me gusta ver se fue con mi ausencia. La esperanza suele ser compañera de la tristeza, pero tengo que admitir que suelo carecer de ella, durante meses me deje convencer por la tuya, ahora con mi tristeza entendí que cada uno no sueña con las mismas esperanzas, y nadie debería vivir para las de otro.

No solo quisiera que me escuches sino que me entiendas, que el amor es más, y nosotros teníamos menos. Prefiero quedarme con cada momento bueno por pocos que sean, a coleccionar tantos malos que lleguemos a odiarnos.

Gracias, por las veces que me hiciste feliz, por tu apoyo, por las veces que tuviste que aguantarme llorando por los demás, por cada vez que grite y me respondiste con un abrazo, por acompañarme a todos lados e irme a buscar, por haberme querido.


viernes, 2 de marzo de 2012

C.R


Se acerca la primavera y en cambio puedo sentir como se me adentra el invierno. El frío recorre mi cuerpo, al mismo tiempo el agua lo hace por mi rostro. Que fácil resulta que corran las palabras por la boca cuando te refieres a los demás, y ahora que al mirar hacia delante me veo a mi misma ante una montaña a subir cada día por el resto de mi vida, una montaña que por ahora no tiene cima y seguramente nunca la tendrá, es cuando lo fácil se convierte en difícil.Puede que la que debo subir sea de las más pequeñas que existan, pero ello no quita que deba subirla, que no tenga que esforzarme para no caer rodando.

martes, 14 de febrero de 2012

Feliz San Valentín.


Hace mucho tiempo que se que se puede caer del cielo al infierno en cuestión de segundos, lo que no sabia era que también podía ocurrir al revés. Esto no ha sido desde el principio todo de color rosa, en los primeros meses me costo mucho asumirlo, pero con el tiempo entendí que lo que tu me das es mucho más que pura ilusión. El quererse no es solo que te digan cosas bonitas, que parezcáis estar en una nube de la que jamás os caeréis, ya que parecer no es ser, y las mentiras no se sostienen durante mucho tiempo. Las peleas o enfados, las lagrimas, o incluso los celos son parte de eso que todo el mundo llama amor.

lunes, 23 de enero de 2012

Reliable.

Que el recordar no te impida ser feliz, ni te ancle en el pasado.

miércoles, 18 de enero de 2012

Un año atrás.

Tuve que pararme a respirar, por un segundo se me había vuelto a olvidar como se hacía. Pero esa no soy yo, ya no.

martes, 17 de enero de 2012

Las Mármol.


No encuentro nada que merezca más la pena conservar en el tiempo.


Falta de amor propio.

Al enamorarnos perdemos el amor propio que nos tenemos, se lo entregamos a esa persona sin pensar ni un minuto que quizás vayamos a necesitarlo. Es triste ver como aparecen hombres por nuestra vida, amores que duelen y por más que nos unden seguimos detrás, echandonos la culpa de todos sus errores, para poder dejarlos entrar de nuevo en nuestras vidas cuando se dignen a querernos de nuevo. Es más fácil pensar que ellos nos perdonan, a que nosotras perdemos la poca dignidad que nos queda. En estas situaciones las lagrimas son buenas compañeras porque nuestros amigos tan solo nos dirán aquello que no queremos oír, "Os equibocais queridos amigos, los ojos no se cierran, es nuestro sentido de supervivencia que se empeña en darle la vuelta a las cosas para que nuestro corazón siga latiendo".

Llega un día que te deja de importar, que quieres a otra persona y eres feliz, pero no eres capaz de no preguntarte cuando le ves con otra porque a ella si la quiere y a ti no en su momento? por que no te quiso después de todo lo que diste por él? después de todo lo que le amaste..


Puede que suene mítico pero podéis estar tranquilas, por mucho que parezca que es el final de vuestras vidas cuando se van, no lo es.