Y se queda en mi, un corazón apagado, y más pues me pesa saber que esa bonita sonrisa que tanto me gusta ver se fue con mi ausencia. La esperanza suele ser compañera de la tristeza, pero tengo que admitir que suelo carecer de ella, durante meses me deje convencer por la tuya, ahora con mi tristeza entendí que cada uno no sueña con las mismas esperanzas, y nadie debería vivir para las de otro.
No solo quisiera que me escuches sino que me entiendas, que el amor es más, y nosotros teníamos menos. Prefiero quedarme con cada momento bueno por pocos que sean, a coleccionar tantos malos que lleguemos a odiarnos.
Gracias, por las veces que me hiciste feliz, por tu apoyo, por las veces que tuviste que aguantarme llorando por los demás, por cada vez que grite y me respondiste con un abrazo, por acompañarme a todos lados e irme a buscar, por haberme querido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario